La sal de Epsom es unos de los remedios caseros más usado durante cientos de años para aliviar todo tipo de dolores. Un baño caliente con esta sal, podrá ayudarte a sentirte mejor y recuperar diferentes lesiones musculares o por artritis.

Sal es por su estructura química. La parte de «Epsom» es un lugar en Inglaterra donde se encuentra en manantiales naturales y se podrá comprar en la mayoría de centros comerciales e incluso farmacias.

Es diferente de la sal del Mar Muerto, ya que es una mezcla de minerales que solo se encuentran en el Mar Muerto en el Medio Oriente. Se dice que el agua y la luz ayudan a las enfermedades de la piel, la artritis y otros problemas de salud.

La sal de Epsom también es diferente de los elegantes cristales de baño. Es posible que no estén hechos de la misma sustancia química. Además, suelen contener aceites, pigmentos y perfumes, que pueden relajarte y suavizar tu piel.

En agua, se descompone en magnesio y sulfato. En teoría, cuando te sumerges en un baño de sal de Epsom, entrarán en tu cuerpo a través de la piel. Esto no ha sido probado, pero simplemente sumergirse en agua caliente puede ayudar a relajar los músculos y relajar las articulaciones rígidas.

Aunque hay muchas demandas de remedios populares, no hay muchas investigaciones que las respalden. Tomar este tipo de baño probablemente no te hará daño, pero si tienes problemas de salud, consulta con tu médico primero.

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