Con sólo poner un pie en un bazar nos encontramos con escaparates, estantes y exhibidores llenos de ollas, sartenes, cuencos y cacerolas.
Algunos de estos utensilios de cocina son esmaltados, otros poseen antiadherentes y hasta un grupo fue recubierto en cerámica.
La elección a la hora de la compra no debe sólo centrarse en sus diseños y colores sino que es importante deliberar la función que se les querrá dar, sobre todo si se los piensa colocar dentro del horno. Esta decisión es importante ya que no todos los materiales soportan las altas temperaturas.
Las ollas, sartenes y fuentes de metal, que generalmente suelen ser de acero inoxidable, hierro o aluminio, son aptas para cocinar en el horno."Todos los recipientes de este material se pueden calentar. Lo único que hay que tener en cuenta es que no deben tener un recubrimiento antiadherente", explican en el blog Mundo Cocina.
La olla de hierro fundido vitrificada, mejor conocida como Cocotte, es uno de los recipientes más comunes dentro de esta categoría ya que permite cocciones lentas y unificadas (debido a que la cacerola es completamente de metal).
Aquellos que disfrutan de cocinar de una manera más tradicional, pueden optar por las cazuelas u ollas de barro. En este caso, es importante tener en cuenta que este material no soporta muy bien los cambios bruscos de temperatura por lo que no es recomendable precalentar el horno antes de colocarlas dentro.
Otro detalle a considerar es que, cuando estos recipientes son nuevos, deben ser "curados". El procedimiento es recubrir la parte interna con manteca o grasa animal y calentarlos en el horno durante al menos veinte minutos.
El caso de las cazuelas o cacerolas de piedra es similar a las fabricadas con barro. La única diferencia es que este material puede resultar un poco más resistente que la terracota.
Por su parte, las fuentes de vidrio "común" pueden colocarse en el horno siempre y cuando su temperatura no sea muy alta (no debe superar los cien grados). "La única excepción es que el fabricante haya indicado que son aptas para microondas", agregan desde Mundo Cocina.
Si fueron fabricadas con vidrio "templado", también conocido como "Pyrex" por la marca que lo popularizó, sí se las puede colocar en el horno debido a que este material soporta perfectamente las altas temperaturas.
Los recipientes de porcelana son considerados aptos para poder hornear distintas preparaciones. "Suelen aguantar muy bien pero es recomendable que no tengan decorados delicados que pudieran llegar a estropearse con el calor", detallan. Esto mismo aplica a las fuentes creadas con cerámica de Gres.
Durante los últimos años, el uso de moldes de silicona se ha popularizado y se los comenzó a utilizar para este tipo de cocciones (sobre todo para pastelería). "Es una auténtica revolución, es el material que se está poniendo de moda tanto para horno como para microondas. Estos utensilios también son ligeros y flexibles, lo que los hace ideales para desmoldar", comentan. Otra de sus ventajas es que son resistentes a las caídas, no se rayan y no queman las manos al contacto porque no transmiten el calor.
El lado B de este material es que se puede romper fácilmente si, por ejemplo, se lo corta sin querer con un cuchillo. También es importante chequear que dichos moldes no contengan BPA, un compuesto químico que puede dañar la salud al calentarse.
Como última recomendación, desde Mundo Cocina sugieren tomarse unos minutos para "leer las informaciones suministradas por los fabricantes que aparecen tanto en el embalaje como en el producto mismo" y "siempre darle prioridad a dichas instrucciones".
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