En Guayaquil, por razones de comerciales y económicas que asfixiaban a la sociedad y su zona de influencia, se venía gestando la acción independentista organizadamente. La Aurora Gloriosa del 9 de Octubre de 1820 contagió a la Costa del actual Ecuador: Daule, Samborondón, Naranjal se integraron a la nueva Provincia Libre de Guayaquil. El 3 de noviembre de 1820 Cuenca, proclamó su independencia. Ambato se adhirió a la causa libertaria y Latacunga también. El documento que anunció la independencia de la Provincia Libre de Guayaquil manifestaba que era libre e independiente, y su gobierno electivo; tenía libertad para unirse con quien le conveniese y su actividad comercial era de libre mercado. No hubo marcha atrás. Tras consolidar su emancipación vio la necesidad de liberar a Quito y apoyar a Cuenca para evitar la posibilidad de reconquista. Ana Garaycoa Llaguno, guayaquileña, esposa del prócer independentista José de Villamil, y tía de Abdón Calderón Garaycoa, héroe guayaquileño en el Pichincha, confeccionó una bandera celeste y blanco de cinco franjas horizontales (como la de Provincias Unidas del Río de la Plata). La arrojó a la multitud que en manifestación hacia el Cabildo pasaba al pie de su casa en la actual calle 9 de Octubre, entre Malecón y Pichincha, en la mañana del 9 de Octubre para ratificar y apoyar la decisión de separarse de España. Esa bandera, obra de una ilustre dama guayaquileña, fue llevada hasta las faldas del Pichincha. El 9 de Octubre de 1820 se inició la campaña para la Independencia de Quito. Desde ese día empezó a planificarse la batalla del Pichincha y a forjarse la actual nacionalidad ecuatoriana.

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