Un baño para los peques

2022-10-10 03:50:01 By : Ms. Eunice Lee

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Texto: Carla Reyes I Fotos Helena Salanova

Este baño forma parte de una reforma integral llevada a cabo por Espais Anna Marsal. Es una casa unifamiliar ubicada en Santa Margarida de Montbui (Barcelona), cuyos propietarios compraron justo antes de la pandemia, enamorados de su ubicación (un pequeño pueblo cercano a Igualada) y el jardín exterior, y que decidieron reformar en su totalidad.  Al contar con dos baños y un aseo, se decidió destinar uno de ellos a los pequeños de la casa; y, precisamente por ello, Anna Marsal se decantó por conservar la bañera, convirtiéndola en la pieza protagonista del espacio. Para esta reforma optaron por dos elementos: la madera y el color blanco. Una combinación simple y funcional. La primera se utiliza en los dos elementos principales (bañera y mueble lavabo),  aportando un toque de calidez y fuerza al ambiente. El blanco multiplica la luminosidad y genera una atmósfera serena, además ayuda a aligerar el peso visual de la madera. Para seguir la línea cálida, el equipo de Anna Marsal se decantó por un porcelánico de madera trabajado como una piel que pasa del suelo a la pared principal del baño: la zona de la bañera. De esa forma el peso del espacio recae visualmente sobre la pieza protagonista. El resto de paredes se han revestido con un porcelánico de 40 x 120 cm en blanco, cuya función es aportar luz. 

La renovación de los materiales buscando la luz y la elegancia ha sido suficiente para convertir este baño en una atmósfera relajante y apetecible 

Para darle más profundidad a la estancia se tiró la pared del fondo de la bañera, creando una práctica hornacina para los enseres de baño. Ésta aporta un juego de volúmenes a la vez que un toque estético muy chic. Para darle riqueza se escogió la misma cerámica, pero con relieve. Para la zona del lavamanos, Anna Marsal optó por un mueble volado de madera para ganar espacio. “Le hemos dado este punto juvenil con el espejo redondo, las griferías blancas y la luz suspendida”, asegura la interiorista.  En cuanto a la iluminación, se escogieron luces empotradas en el falso techo que generan la luz general del espacio; una luz en la hornacina que aporta la nota sofisticada y a la vez crea una atmósfera envolvente en la bañera; y unas lámparas suspendidas en la zona del espejo, que ofrecen ese punto de color y un toque desenfadado al espacio.

A pesar de su correcta distribución y de disponer de dos lavamanos, el baño estaba anticuado y los suelos y paredes requerían de una intervención para darle un aire más contemporáneo y generar una atmósfera tranquila y con encanto. El combinado de materiales y colores era poco actual.

La zona de la bañera era angulosa y tenía un retanqueo que dificultaba un buen aprovechamiento del espacio. Los materiales tampoco favorecían la estética de esta estancia.

La eliminación del muro del fondo de la bañera y su posterior conversión en una hornacina iluminada convierten esta zona en la protagonista del espacio.

Carla Reyes I Fotos Helena Salanova

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