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El estudio YLAB ha refrescado la estructura tradicional de un piso del Barrio Gótico de Barcelona para crear un hogar actual, que no pierde de vista su historia.
Recorriendo las calles estrechas y laberínticas del corazón del Barrio Gótico de Barcelona, justo detrás del Ayuntamiento, encontramos un edificio catalogado que esconde un interior histórico y actual al mismo tiempo. Los encargados de dar una nueva imagen a este piso y honrar el pasado de sus 130 metros cuadrados han sido Tobias Laarmann y Yolanda Yuste, integrantes del estudio YLAB. "El proyecto de reforma se basa en la reinterpretación de la estructura espacial existente de salas distintas con usos y ambientes diferenciados, redefiniendo los usos y funciones asignados y creando nuevas conexiones espaciales y visuales", explica el dúo. "Mantuvimos los elementos originales, como los techos tradicionales catalanes con vigas de madera y arcos de bovedilla o las carpinterías exteriores con contraventanas de madera, pero se buscó que no fueran los predominantes del espacio".
A la hora de plantear la distribución, también tuvieron que conjugar dos necesidades opuestas. "Quisimos crear un entorno tranquilo que posibilitara la intimidad y el trabajo de su propietario, una persona joven, pero que al mismo tiempo fuera un lugar social y de encuentro para comidas y fiestas". Lo consiguieron dividiendo el piso en dos ámbitos, "uno abierto y social y otro privado: el primero está compuesto por la secuencia vestíbulo, cocina-comedor y salón, decorado con blanco y madera, el centro de la casa; mientras el segundo está compuesto por el dormitorio y el baño", afirman.
Los arquitectos han empleado distintos elementos y acabados para que el resultado sea coherente, elegante y sereno. En la cocina-salón, panelaron las paredes con listones de madera de pino teñidos (una de las últimas tendencias en decoración), consiguiendo que las columnas quedaran integradas, "simplificando así la geometría del espacio". En el baño, colocaron tableros fenólicos acabados en alto brillo para ocultar el almacenaje y la iluminación perimetral. Los suelos de cemento pulido y el blanco marfil se repiten en todas las estancias y sirven como hilo conductor de la historia de esta vivienda.